lunes, 6 de diciembre de 2010

Despegue hacia una nueva vida

A la mañana siguiente salía el avión rumbo a España y yo todavía no me lo creía. Tenía una sensación muy extraña dentro de mí que no sabía si desaparecería…
Esa tarde me despedí de mis amigas y amigos del colegio y de mi profesora, a la que le agradecí todo lo que había hecho por mí y ella me deseó muchísima suerte y me regaló dos libros muy interesantes sobre la enfermería. Cuando llegó la noche me esperaban en casa mis padres y mis hermanos, habían preparado una cena de despedida. Cenamos todos muy a gusto, recordando los buenos momentos que habíamos pasado y sobre todo los más graciosos de cuando éramos pequeños y discutíamos mucho, pero ahora nos íbamos a echar mucho de menos. Se nos pasó la noche tan rápido que para cuando nos quisimos dar cuenta yo ya me tenía que ir hacia el aeropuerto porque solo quedaban tres horas para que saliera el avión, me acompañaron mi hermanos ya que mis padres debían dormir un rato para poder trabajar al día siguiente. Fue una despedida dura pero con palabras de apoyon mis padres me dijeron que tuviera mucho cuidado y no me dejara engañar por nadie mientras que mis hermanos me dijeron que aprovechara aquella maravillosa oportunidad y que no me rindiera ante nada, que ellos sabían que yo podría con todo y con todos; ello me dio más fuerza aún para seguir adelante.
Por fin llegó el momento… me monté en el avión y éste despegó hacia España.

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