miércoles, 24 de noviembre de 2010

Cuentos e historias para reflexionar

Érase una vez una gran colonia de hormigas, a la que un buen día llego una hormiga de otra colonia llamada Tom. Aunque le dejaron quedarse en la colonia, las demás hormigas le trataban muy mal, siempre le dejaban los peores trabajos, le miraban mal... a pesar de que Tom siempre se portaba bien con todos. Un día las hormigas tuvieron un problema con unas arañas, las cuales dijeron que volverían en una semana para comerse a todas las hormigas de esa colonia. Las hormigas estaban aterrorizadas, fue entonces cuando Tom, decidió ir a su antigua colonia para traer a algunas hormigas y así vencer a las arañas. Las demás hormigas no creían que las hormigas de otra colonia iban a querer arriesgar su vida para salvar la suya, así que no tenían mucha esperanza en salvarse. Pero cinco días más tarde aparecieron un inmenso grupo de hormigas, muchas más de las que vivían en su colonia, lideradas por Tom. Las hormigas de la colonia se alegraron mucho y no entendían porque sin conocerles de nada habían ido hasta allí para ayudarles. Al día siguiente aparecieron las arañas, pero al ver tal número de hormigas decidieron marcharse. Las hormigas de la colonia comprendieron que daba igual de donde fuera una hormiga, que todas eran iguales y desde entonces trataron muy bien a cualquier hormiga que llegaba de otro lugar.

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